En el cierre día de aplicación de la vacuna contra COVID-19 para personas de 40 a 49 años, se dispusieron módulos especiales en los pueblos originarios de San Francisco Chimalpa y Santiago Tepatlaxco.
En las dos comunidades con mayor presencia indígena de Naucalpan se dispuso un total de 2 mil 200 vacunas AstraZeneca. Para Chimalpa se destinaron un total de mil 500 dosis y para Tepatlaxco 700.
A pesar de que se registró lluvia en ambos pueblos poco antes de las 12 del día, la población se presentó para recibir el biológico, de forma ordenada y fluida.
En el atrio de la iglesia de San Francisco Chimalpa, la aplicación comenzó a las 8:00 horas. Las personas que acudieron a inocularse tardaron entre 25 y 30 minutos para completar su vacunación.
En tanto, en la iglesia de Santiago Tepatlaxco, las personas completaron su inoculación en un lapso de 25 minutos.
Asimismo, en los cinco puntos restantes, ubicados en el Parque Naucalli, el estacionamiento de la UVM campus Lomas Verdes, la Plaza Cívica de San Mateo Nopala, la escuela primaria “Anáhuac” en Loma Colorada y el Deportivo Benito Juárez, la vacunación transcurre sin incidentes y con tiempos de espera de 20 minutos aproximadamente.
En todas las unidades de vacunación, la ciudadanía es atendida por servidores públicos de los tres niveles de Gobierno, además de contar con áreas especiales para quienes acuden en silla de ruedas y atender todas las medidas sanitarias indicadas.
El Gobierno de Naucalpan llama a la población vacunada a no bajar la guardia y continuar con los cuidados, como el uso de cubrebocas, evitar sitios concurridos, ventilar las habitaciones y conservar la sana distancia.
RESGUARDAN VACUNAS CON ESTRICTOS PROTOCOLOS DE VIGILANCIA
Para mantener las vacunas en óptimo estado, el enfermero Roberto Mora sigue un estricto protocolo de vigilancia que tiene como fin mantener la cadena de frío, es decir, las condiciones de conservación del biológico para su adecuado empleo.
La cadena de frío integra toda una red de almacenamiento, distribución y vigilancia de vacunas que abarca los tres órdenes de Gobierno, y que incluye a médicos y enfermeros adscritos al Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) y al Instituto Municipal de Atención a la Salud (IMAS) o a elementos de la Guardia Nacional, que en todo momento las resguardan.
En los cinco módulos de vacunación naucalpenses, la red de frío se asegura gracias a contenedores refrigerantes conectados de manera directa a los transformadores de luz, lo que evita sobrecargar los sistemas eléctricos de cada sede, que además cuentan con un sistema de enfriamiento autónomo, en caso de que falle el suministro eléctrico.
La temperatura de las vacunas debe mantenerse entre los 2 y 8 grados, y para ello se cuenta con termómetros internos y externos que deben ser supervisados cada 2 horas para validar la temperatura.
«Una vacuna siempre debe estar entre los 2 y 8 grados centígrados en el almacenamiento, no se debe perder la red de frío, eso es muy importante para garantizar la aplicación y la seguridad del paciente», comentó Roberto Mora, jefe de enfermeros y encargado de la cadena de frío del módulo Loma Colorada, quien cuenta con más de 15 años de experiencia en el sector salud en el Estado de México.
Una vez que las vacunas llegan a cada módulo y se les almacena, los encargados de la red de frío validan la temperatura del biológico y las distribuyen en termos especiales que pueden almacenar hasta 400 dosis.
Las células de vacunación son las mesas instaladas en los módulos, de ahí se extrae la dosis y se inmuniza a los pacientes atendiendo a la proporción de 10 dosis por frasco para la vacuna AstraZeneca, la que se distribuye en el municipio.