• Informa que los factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad son obesidad y consumir sal en exceso, entre otros.
• Señala que los síntomas son dolor de cabeza, zumbido en el oído, sensación de ver luces, náuseas, vómito y sangrado nasal recurrente.
Toluca, Estado de México.- Adoptar una alimentación balanceada, evitar el tabaquismo, reducir la ingesta de bebidas alcohólicas y realizar actividad física con regularidad, son algunas de las acciones para prevenir la aparición de hipertensión, padecimiento que es conocido como el asesino silencioso, pues en muchos casos, en su etapa inicial, no presenta síntomas.
Por ello, la Secretaría de Salud del Estado de México, a través del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), puntualizó que, a partir de los 35 años, es importante tomar la presión arterial con frecuencia o cada vez que se acuda al médico, independientemente de la causa de consulta, a fin de identificar cualquier alteración.
En el marco del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, la dependencia destacó que, si se registran niveles altos, se debe iniciar tratamiento, pues este mal puede contribuir a desarrollar otras enfermedades como insuficiencia e infarto cardiaco o cerebral, arritmias, falla renal, hemorragia cerebral e incluso provocar la muerte.
Destacó que, entre los principales factores de riesgo de este mal son tener colesterol elevado, sobrepeso u obesidad, usar medicamentos de tipo esteroideo, anticonceptivos, padecer diabetes mellitus, manejar altos niveles de estrés, consumir sal en exceso o alimentos ultraprocesados, tabaquismo y alcoholismo, por lo que es necesario modificar estos hábitos.
En cuanto a los síntomas, la dependencia puntualizó que son dolor de cabeza, zumbido en el oído, sensación de ver luces, náuseas, vómito, sangrado nasal recurrente y palpitaciones; mientras que en la fase aguda puede provocar cansancio, confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares.
Asimismo, detalló que la hipertensión arterial es un importante problema de salud pública, no sólo por su alta prevalencia y que, en etapas iniciales no presenta síntomas, sino por su estrecha asociación con el desarrollo de enfermedades cardio y cerebrovasculares.
Finalmente, puntualizó que la incidencia de este padecimiento en México es de poco más de 30 por ciento en adultos mayores de 20 años; sin embargo, dos de cada tres hipertensos desconoce su enfermedad.
En tanto, poco más de la mitad de quienes han sido diagnosticados reciben tratamiento y menos del 15 por ciento logran su control tensional.